Un PAE "a la tica"
Leonardo Garnier

Leonardo Garnier
La Nación, 28/8/94
La discusión sobre el PAE III ha sido larga y difícil, pero fructífera. Desde hace más de dos años, quienes hoy estamos en el Gobierno y quienes hoy están en la oposición hemos discutido hasta la saciedad los puntos de acuerdo y desacuerdo alrededor de estos préstamos. También los hemos discutido en foros y reuniones con diversos grupos de la sociedad civil.
Cuando el Gobierno anterior decidió firmar el Contrato con el Banco Mundial y el BID, sin haber resuelto algunos desacuerdos importantes, el argumento utilizado fue simple: ustedes --nos dijeron-- están de acuerdo en un 90% con el PAE III, y no debieran rechazarlo por un 10% de desacuerdo. Además --dijeron también-- ese 10% tiene condiciones que los Bancos jamás aceptarían cambiar. Hoy, hemos demostrado que eso no era así. En negociaciones responsables hemos logrado que los Bancos acepten nuestras objeciones a ese 10% en el que no había acuerdo nacional.
Hemos logrado eliminar la obligación con el mal llamado Programa de Movilidad Laboral, que pretendía eliminar 25.000 empleos del sector público. Esta meta estaba tan alejada de la realidad que el mismo Gobierno anterior no pudo reducir la planilla estatal en más de 533 plazas... pero, eso sí, se gastó casi cinco mil millones de colones en pagos de prestaciones laborales. Los Bancos han comprendido que esto no tenía sentido, y han aceptado dispensar a Costa Rica del cumplimiento de esta meta. En su lugar, estableceremos un Sistema Nacional de Evaluación del Desempeño de las instituciones públicas, y avanzaremos hacia un Estado más ágil, más eficiente, y realmente orientado al servicio al usuario, al ciudadano. No creo que nadie pueda alegar que este fue un “mal cambio”.
Logramos eliminar la “corrección monetaria” del proyecto de reforma tributaria, ya que eso volvería mucho más engorroso nuestro de por sí entrabado sistema tributario, creándole problemas tanto al Estado como al contribuyente. Esto es un cambio que hasta el expresidente Calderón había avalado. De nuevo, es un cambio que mejora el PAE III y aumenta el grado de consenso.
Logramos eliminar la condición que exigía abrir en 30 meses el mercado de los seguros. Pero mantuvimos las reformas cruciales para modernizar ese mercado: la transformación del INS en una empresa eficiente y ágil, la privatización de los agentes, y el establecimiento de una superintendencia de seguros que regule la actividad y garantice al usuario la calidad y costo del servicio que recibe del INS. Hasta aquellos que crean en que la apertura es necesaria o conveniente tendrán que reconocer que todos estos son pasos sin los cuales, la apertura sólo serviría para el negocio de unos pocos, y no para el bienestar nacional.
Además, logramos hacer explícito que la privatización de RECOPE no forma parte de las condiciones del PAE III. También es este un buen cambio, y debiera fortalecer el consenso ya que reiteradamente se dijo que el Gobierno anterior “no pretendía” tal privatización.
Finalmente, logramos evitar un absurdo: el PAE III original habría exigido subir a un 10% los aranceles sobre insumos y materias primas, con claro perjuicio para nuestros productores. Los Bancos aceptaron que Costa Rica mantenga la situación actual y que cualquier modificación se de en el contexto de las negociaciones regionales.
Estos fueron los cambios que logramos. Cada uno de ellos es importante no sólo porque mejora el convenio original, sino porque eleva el grado de consenso alrededor del PAE III. No alteramos en nada aquello en lo que según el Gobierno anterior, existía acuerdo. Ese 90% del PAE III quedó igual, respetando el consenso. Las reformas en el 10% restante --como cualquiera puede constatar-- son importantes, son razonables, y no pueden más que elevar el consenso.
¿A qué entonces viene ahora la objeción de que el PAE III que estamos presentando al Congreso es “un cheque en blanco”, que es “incoherente”, que “atenta contra la soberanía nacional”, que “no es de consenso”? ¿Por qué lo que hasta hace unos meses era un magnífico convenio se convierte en “una chanfaina” cuando se le alteran --para mejorar-- un 10% de sus condiciones?
Lo que ofrecimos es lo que hemos cumplido: renegociamos satisfactoriamente con los Bancos aquellos aspectos del PAE III que objetamos en campaña, y mantuvimos todo aquello en lo que ya había consenso. Logramos, además, que se extendiera el plazo para su aprobación. Si ahora alguien quiere rechazar el PAE III por razones políticas, que asuma de frente su responsabilidad ante los costarricenses, pero que no recurra al expediente simple de atrasar y atrasar su aprobación hasta que venzan los plazos y los fondos se pierdan, como ya ocurrió con el Préstamo Sectorial Agropecuario y con el PL-480, a los que el Gobierno actual no les cambió una sola letra... pero aún así tampoco fueron avalados por quienes ayer, como Gobierno, los contrataron.