Cerrando brechas en educación
Leonardo Garnier
Leonardo Garnier, Ministro de Educación Pública
El proyecto “cerrando brechas en educación” recientemente anunciado por la Presidenta en el contexto del Acuerdo Social Digital apunta a un objetivo fundamental: el acceso universal y solidario a la tecnología digital y la conectividad de banda ancha para transformar el proceso de enseñanza y aprendizaje, la gestión docente y la gestión administrativa de los centros educativos.
Acceso universal de calidad: Es importante resaltar que no partimos de cero: si hace cinco años apenas un 29% de los centros educativos estaba conectado a Internet – usualmente por teléfono – hoy, un 60% de los centros educativos tienen algún grado de conectividad, que varía entre 512 Kb y 4 Mb. Es un logro insuficiente: hoy, el 70% de los centros conectados tiene 1 Mega o menos y el acceso suele estar restringido a un espacio físico específico. Por eso aspiramos a un salto dramático: conectar todos los centros educativos del país con una conectividad de banda ancha que llegará a los 6 Megas por cada 10 estudiantes.
Con una visión solidaria, se brindará atención inicial y prioritaria a las escuelas unidocentes y multigrado, a las telesecundarias y liceos rurales, a los centros educativos ubicados en las 40 comunidades más vulnerables o en los 24 territorios indígenas. También se dará prioridad a los centros con laboratorios del Programa de Informática Educativa MEP-FOD; y a los colegios técnico-profesionales, de innovación, experimentales bilingües y científicos o humanista.
Computadoras en el aula: El segundo componente está constituido por el Programa Nacional de Tecnologías Móviles en el Aula, campo en el que Costa Rica ha innovado y experimentado con gran diversidad de enfoques y modalidades, pero en pequeña escala. La meta es dar un salto e impulsar el uso masivo de tecnologías móviles con diversos modelos y esquemas educativos, de acuerdo a los objetivos y el contexto de cada caso.
Dentro de este componente, impulsamos el uso de una computadora por estudiante, empezando por los Liceos Rurales y las escuelas unidocentes o multigrado, así como en centros educativos ubicados en las 40 comunidades prioritarias. Pretendemos cubrir a unos 40.000 estudiantes dentro de esta modalidad.
En este esfuerzo el MEP no trabaja solo, sino con un conjunto de socios estratégicos, dentro de los que destacan organizaciones como la Fundación Omar Dengo, pionera en la introducción de la informática educativa desde la segunda mitad de los años ochenta – gracias a la visión de su fundadora Clotilde Fonseca y del Ministro Francisco Antonio Pacheco. Más recientemente hemos trabajado con la Asociación de Empresarios Costarricenses (AED) y la Fundación ASIS en proyectos tan importantes como el PIAD; con la Fundación QT, en un proyecto de expansión del programa OLPC en comunidades prioritarias; y la Fundación Costa Rica Multilingüe, utilizando la tecnología para lograr una mejor enseñanza del inglés. También tenemos socios estratégicos en el mundo empresarial y bancario, donde destacan empresas como INTEL, Microsoft, Hewlett Packard, el Banco Nacional, el BID, el ICE y RACSA, entre otras.
El tercer componente del proyecto se refiere a la transformación de nuestras bibliotecas escolares en verdaderos “centros de recursos para el aprendizaje” (CRA), adecuadamente equipados y preparados para ello. El cuarto componente apunta a la creación de una Red Nacional de Capacitación que cuente con 27 centros, uno en cada Dirección Regional, equipados para hacer realidad el quinto componente: el Programa Nacional de Formación Permanente en Línea.
Se estima que el costo del Proyecto “Cerrando Brechas” será de unos $60 millones de dólares provenientes del FONATEL. A esto se agregan tanto los recursos presupuestarios del MEP como el financiamiento de tarifas de conectividad solidaria que garantizan la sostenibilidad del proyecto. La ejecución se estima en tres años a partir de la aprobación por parte de la SUTEL. Es una inversión estratégica para que, en un plazo relativamente corto, logremos universalizar el acceso a las tecnologías digitales y a la conectividad de banda ancha a todos los estudiantes de nuestro país. Una meta vital desde la óptica de la competitividad económica pero, todavía más, desde la óptica de la inclusión social y la ciudadanía del siglo XXI.