Obscenamente ricos
Leonardo Garnier

Sub/versiones - LA NACIÓN: 7 de marzo de 2002
Alguien que tenga unos $10 millones está, de verdad, ‘podrido en plata’: con sólo colocarlos al 7% recibiría mensualmente casi $60.000. ¡ ₡ 20 millones al mes! Pues bien, según la revista Forbes, 26 latinoamericanos tienen más de 230 veces eso. Son asquerosamente ricos. Entre ellos, acumulan casi $60.000 millones: más que toda la inversión extranjera que recibió América Latina el año pasado. El primero es el mexicano Carlos Slim, dueño de Telecom, que ocupa el lugar 17 en el mundo. Sus $11.500 millones son más de lo que los gobiernos de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua gastarían en educación en los próximos diez años. Le siguen los venezolanos Gustavo Cisneros, con $5.000 millones en medios de comunicación y Lorenzo Mendoza, industrial de bebidas que, a los 36 años, tiene $4.400 millones. Entre ambos, podrían pagar por diez años todo el gasto social del gobierno del Ecuador. Son vulgarmente ricos.
Con los $4.000 millones de los banqueros brasileños Safra, los $3.700 millones del comerciante mexicano Jerónimo Arango y los $3.600 millones del brasileño Antonio de Moraes, se pagaría con creces toda la deuda externa de Costa Rica, República Dominicana y Guatemala. Indecentemente ricos. El banquero brasileño Aloysio de Andrade y el industrial del cemento mexicano Lorenzo Zambrano, con $2.800 millones cada uno, podrían financiar por diez años todo el gasto público en salud de Bolivia, El Salvador y Paraguay. Bestialmente ricos. Otros cinco mexicanos podrían pagar las viviendas de más de un millón de familias pobres: Eugenio Garza, industrial de bebidas, con $2.300 millones; los banqueros Roberto Hernández, y Alfredo Harp, con $1.800 y $1.600 millones; el comerciante Ricardo Salinas y Alberto Bailleres, con $1.500 millones. Y la mujer más joven de la lista, María Asunción Araburuzatela, con sus 38 años y $1.500 millones, podría haber pagado todo lo que el gobierno de Costa Rica gastó en vivienda durante la última década. Absurdamente ricos.
Siguen tres chilenos: Eliodoro Natte, el minero Andronico Luksic y el accionista de Telecom, Carlos Peralta, con $1.500, $1.400 y $1.300 millones. Luego, el banquero brasileño Julio Bozano, también con $1.300 millones, el banquero colombiano Luis Carlos Sarmiento y el comerciante brasileño Abilio dos Santos, con $1.100 millones cada uno. Insoportablemente ricos. Las fortunas de esta media docena permitirían duplicar el ingreso de los casi tres millones de chilenos pobres por más de cinco años. Injustamente ricos. Y cierran la lista, con apenas mil millones, el mexicano Emilio Azcárraga y el brasileño Roberto Marinho, propietarios de medios de comunicación; el mexicano Isaac Saba, el argentino Gregorio Pérez, y la heredera brasileña Lily Safra. Juntos, podrían financiar el proyecto de seis años que busca consolidar el Programa de Alimentación, Educación y Salud (PROGRESA) y crear el capital humano necesario para que las familias más pobres de México tengan alguna oportunidad. Inútilmente ricos.
Y aún gastando así, los 26 seguirían siendo más ricos que el 99% de los latinoamericanos.