Reacciones a “ni tan mal, ni tan bien...”
Leonardo Garnier

En Costa Rica, reina un conformismo extraño que nos invade como una especie de enfermedad, definitivamente estamos mejor que otros, pero siempre debemos recordar que existen otros que están mejor que nosotros y nuestra meta debe ser sin duda luchar de manera frontal con los problemas del subdesarrollo. No olvido la frase de un viejo amigo que decía que “el subdesarrollo solo se encuentra en nuestras mentes, y para pensar en grande hay que sacarlo de ahí”…
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Ese “ni tan bien, ni tan mal” de que Ud. habla, es -por una parte- el “trapito de dominguear” de los ticos, y por la otra “la vergüenza de los ticos”, dependiendo que con quien hable. El tico “está en el medio”, y se compara para arriba o para abajo, dependiendo de con quién hable. Por ende, “raja” cuando habla con centro o sudamericanos, y “se baja” cuando con quien habla son gringos, canadienses o europeos (porque casi nunca puede hablar con australianos o neozelandeses). ¡Que bonito sería que nos comparáramos con Chile o Uruguay, o de ahí para arriba!
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En mi opinión Costa Rica tiene todo para avanzar a niveles superiores a los actuales. Considero que tenemos una capacidad intelectual y empresarial innata que nos puede llevar a niveles superiores, pero el sistema educativo y de gobierno no lo está permitiendo.
Me parece que somos capaces de muchas cosas, pero nuestros dirigentes no quieren incentivar esa capacidad porque piensan que eso les va a quitar poder sobre los demás. Es lamentable que sean tan egoístas y faltos de visión porque no entienden que al limitar a la población a crecer, se limitan ellos también. Espero que eso cambie pronto y en lo personal espero contribuir a que así sea.
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Interesantes números. Lo que no comparto es el tono conformista del artículo, relejado en su título...”Ni tan mal...ni tan bien”. Algo así como que “país de ciegos...el tuerto es rey...” No será esta actitud de los ticos de conformarse con estar “ni tan bien... ni tan mal” la que nos coloca en esa posición...mas o menos...ahí vamos...no hagamos olas...ahí pasándola...diay...dejémoslo así....?
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Yo creo que estamos pésimo. Es cierto que estamos dentro de los mejorcitos de América Latina, pero es una zona de las ligas menores. ¿Cuál es nuestra excusa? Durante el último siglo no hemos sufrido cataclismos políticos y sociales como otros países de la región; abolimos el ejército, gracias al hecho que los EEUU domina la zona y no permitiría una invasión de nuestros vecinos (suena feo, pero hay que ser honesto; sino compare Chechenia vs. Rusia). Todas las ventajas posibles, y nos encontramos así; por supuesto, como en el caso de Argentina, o Chile antes de Pinochet, el paternalismo socialista nos ha entrampado en donde estamos, la plena y pura mediocridad. Y a juzgar por las propuestas políticas que se avecinan, esto no cambiará en mucho tiempo.
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Llevas razón cuando decís que no estamos ni mal ¡ni tan bien!..En un país en el que la población piensa que por haberle ganado una vez a México en el Azteca (¡considerando que eran más de 50 años de perder!) éramos los amos y señores del mundo...sin duda debemos cuestionarnos si las comparaciones valen. Sin duda, Costa Rica ha tenido un desarrollo algo distinto al resto de los países, pero como dicen, mal de mucho consuelo de tontos...pensamos que somos los mejores solo porque Nicaragua y El Salvador están peor que nosotros!!! Tenemos la irremediable costumbre de compararnos con los peores...pero no vemos hacia los mejores... ¿es acaso el temor de una sociedad que no quiere ver la realidad en la que vive? ¿que se niega a confrontar sus debilidades, frustraciones y limitaciones autoimpuetas?... Sin duda la respuesta es afirmativa... Qué lamentable es nuestra mentalidad mediocre y simplista, que lamentable tener que vivir de sueños...de azares de la vida....
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El punto a determinar es entonces: ¿cómo es estar ni tan mal ni tan bien? Sobre todo, cuando el tiempo apremia y tenemos los retos frente a nosotros.
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Respecto a “Ni tan mal, ni tan bien” me permito decir que estoy totalmente de acuerdo, es casi típico en la cultura tica que nos “durmamos en nuestros laureles” y nos conformemos con la comparación con los que no están tan bien como nosotros. En el campo educativo, un ejemplo claro es afirmar que las universidades estatales serán siempre las mejores, “no se puede obtener algo diferente si se sigue haciendo lo mismo”, los mismos profesores reconocen que hay ciertas cosas que deben cambiarse, es muy cierto que el nivel de exigencia continúa siendo alto pero nada ganamos si nos exigen rendimiento sobre cosas poco prácticas... es sólo una apreciación a pesar de ser graduada de la UCR (pre y pos-grado).
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Muy acertada su comparación estadística de los índices de desarrollo de Costa Rica con países de verdad. Es claro que acá desde hace tiempo estamos estancados; sin embargo, el tico sigue montado en la carreta de que acá está todo “pura vida” y no le cae la peseta del destino hacia adonde vamos. Si a los resultados comparado por usted se le suma la raquítica Atracción de Inversión Extranjera al país de los últimos años y la botellización de su ente promotor CINDE; le suma el efecto de los intereses de “garrotera” y el “usurerismo voraz” que cobran los disfrazados “Bancos de Desarrollo” a la Microempresa para luego reventarlas, y le suma el deterioro financiero de las empresas nacionales bien establecidas; podría usted proyectar la dirección de la carreta del “pura vida” y hacia adonde irán los índices en discusión que usted compara.
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Está interesante tu artículo de hoy, y comparto el deseo de mejorar... ¡Yo especialmente sufro por la educación! Sin embargo cuando uno ha tenido oportunidad de visitar algunas de las sociedades más avanzadas que en tu artículo mencionás, no puede dejar de sentir que en el camino hacia esos números tan impresionantes la gente fue perdiendo cosas que para mí todavía constituyen nuestro mayor tesoro: una alegría interior, como un positivismo y un baile que los ticos y ticas todavía sentimos por dentro y que no le ve uno por ningún lado a muchos de los desarrollados. Para mí, el reto entonces no es subir los números sino más alcanzar el balance, en donde todos tengamos oportunidades de surgir, pero no a costa de “automatizarnos” el espíritu.
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“No estamos tan mal, pero tampoco estamos tan bien” refleja un conformismo mediático que nos permite sobresalir de los que están peor en la tabla, pero siempre nos deja un paso atrás de los que van adelante. Sí, hacemos las cosas, pero como que nos falta algo más para la excelencia. Hacemos el esfuerzo, pero no logramos superar el comportamiento medio. Es muy claro por ejemplo que nuestro estilo de desarrollo ha logrado marcar una diferencia fundamental en las principales motivaciones que guían al creador de una pequeña empresa. A diferencia de lo que se observa en otros países, en donde el desempleo y la pobreza han impulsado la creación de nuevas empresas para poder sobrevivir, en Costa Rica la motivación fundamental responde a una idea clara de hacer un buen negocio. Así, las características de las pequeñas empresas costarricenses, representan una muy buena condición para emprender programas de apoyo. En general son empresas maduras, consolidadas en el mercado; la mayoría de ellas lleva un registro formal de sus operaciones evidenciando un buen nivel de gestión empresarial y la educación sigue siendo un aliado estratégico de las empresarias y de los empresarios que les facilita la utilización de mejor tecnología y el mejor entendimiento de las condiciones de la competencia. De nuevo comparados con los que van a la zaga, estamos mejor, pero respecto de los que van en la punta nos falta todavía mucho por recorrer. En los trámites por ejemplo para crear un negocio, de nuevo Costa Rica supera algunos países latinoamericanos, pero estamos lejos de las mejores prácticas en la materia. Podemos decir, que no duramos tanto para inscribir un nuevo negocio como se tarda en Brasil (más de 150 días) o en El Salvador (más de 100 días), pero no lo hacemos tan bien como Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda (menos de 3 días). Parafraseando al fútbol…. es “la tenemos cerca, muy cerca….”. Pero no pasamos de ahí…… “cerca, muy cerca”….
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Me gustaría poner a relucir algo importante de las estadísticas presentadas. Nueva Zelanda, Corea y Finlandia reputan en dos de los tópicos mencionados: cobertura universitaria e Internet. Es bueno hacer notar que el primero es un detonante del segundo, por lo que no son problemas totalmente independientes. No sucede en la misma medida con el servicio telefónico, en donde su uso es sumamente especializado para la función básica de comunicación, y está enfocado para todos los niveles económicos. Muchas veces subestimamos el poder de la educación, pero debemos ser concientes que es vital para apoyar el nivel de desarrollo en los países, en todos los campos. Junto a las políticas para la reducción de la brecha digital, deben existir paralelamente planes para expandir la cobertura educativa, sino no tiene sentido.
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Si es cierto, que la educación se ha extendido a casi todos los rincones de nuestro país, pero debemos tener presente que los jóvenes, especialmente los de secundaria no quieren aspirar a más, se conforman con las notas mínimas y en la casa no les exigen nada. Lo que pasa que montones de personas tienen la oportunidad, pero no quieren realizar el mínimo esfuerzo y esto está pasando en Costa Rica, en casi todos los lugares del país, hay escuelas, colegios, al principio los grupos no dan a basto y al final los grupos se reducen enormemente.
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Ud dice que nuestro país está bien en ciertos aspectos (telecomunicaciones, agricultura, etc.), en comparación con ciertos países de América Latina, pero me parece un poco drástica la comparación que hace con otros países más industrializados como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Corea, etc. Creo que por más que nosotros o el gobierno queramos ponernos a la altura de estas “eminencias” mundiales, en lo que a economía se refiere, nunca vamos a llegar a tener las 1071 líneas por habitante que tiene Nueva Zelanda, ni la productividad agrícola que tiene Finlandia ($42157), ni mucho menos el valor de las exportaciones de Corea ($7235).
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Datos duros, si bien son necesarios invisibilizan las realidades detrás de ellos, por ejemplo quiénes, cómo, dónde, para qué, etc. Personalmente prefiero tus escritos que le entran a esa parte.