Leonardo Garnier

Leonardo Garnier Si no hubiera sido porque llovió el martes por la tarde, don Chupas no se habría metido a escampar en la cantina que se interpuso entre él y sus camaradas. Si no se hubiera metido a escampar en la cantina, y si no le diera desde siempre por sumergir en el guaro sus recuerdos –los...

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Leonardo Garnier Pobre banco. Mientras sus homólogos recibían jugosos asientos financieros, él solo recibía las escuálidas posaderas de Carmen Ligia, que no daban, siquiera, para girar malos pensamientos.

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Leonardo Garnier Estaba perdido. Corrió sin rumbo por extraños parajes, atravesando callejones desconocidos hasta que, al doblar una esquina, reconoció finalmente dónde estaba. Respiró aliviado por un instante, sólo para sentir el golpe de una luz fría asomando violenta sobre su cara. Los oyó...

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Leonardo Garnier Perdió a sus hijos... los llevó al bosque y los perdió.

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Leonardo Garnier -Hijo mío, ¿te arrepientes de tus pecados? -Ay Padre, con lo que los gocé... ¿cómo me voy a arrepentir?

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Leonardo Garnier El negro cantaba tan bien cuando lo rasgaban. Sentía la uña adentrarse en su piel, escarbar en sus entrañas hasta encontrar el canto. Y entonces él giraba y cantaba. De su alma negra salían sumisos todos los sonidos. Del surco de su memoria, mil veces recorrida y carrasposa, viajaban...

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Leonardo Garnier No dijo una palabra y se sentó en el suelo. Los demás lo miraron asombrados, sin saber qué hacer. Multitudes de recíprocos ojos interrogantes chocaban entre sí, pero nadie entendía nada. Poco a poco los murmullos fueron surgiendo de entre las bocas, poco a poco el volumen los...

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Leonardo Garnier Mientras dormías, yo te observaba. Serían las dos o tres de la mañana, no estoy seguro, pero tenía insomnio y no quería echar mano al Dormicon o la Valium porque pronto serían las cinco y de nuevo el día y de nuevo el trabajo y de nuevo la rutina y el agite. Acomodé mejor tu...

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Leonardo Garnier -Rojitas, ¿cómo me explica esto... no le da vergüenza entregar un trabajo que no sería digno ni de un alumno de bachillerato por madurez? -Perdón don Manuel, seguro no entendí bien, bueno sí entendí pero no exactamente. Tal vez lo que usted quería era otra cosa... -¡Otra...

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Leonardo Garnier Tenía lágrimas en los ojos o, para ser exactos, casi las tenía. Se le apelotaban en la comisura del párpado pero ahí se quedaban, amargas, sin salir. Su cara mantenía la compostura mientras la vida, sin voltear siquiera, le pasaba al lado. Era profunda su tristeza pero, tan vieja,...

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