Leonardo Garnier

Leonardo Garnier Este gusano sí es poderoso, tiene muchas patas ¡y esas tenazas! Ahora sí va a ver Beto lo que es un gusano poderoso. Superpoderoso. Lo va a agarrar y lo va a partir en dos al de Beto.

Leonardo Garnier

Leonardo Garnier Cuento que da título al libro recién publicado por Editorial Farben-Norma: "Gracias a Usted" ¿Cuántos ladrillos tiene su casa? Preguntó impávido el inspector tributario. ¿Cuántos ladrillos tiene mi casa? Debo haber contestado, con voz incrédula, antes de que el inspector, siempre...

Leonardo Garnier

Leonardo Garnier Lo movía una pereza inagotable. Lentamente cerró los ojos, como quien no quiere hacer ni ese mínimo esfuerzo de soltar los párpados cual persianas herrumbradas, empujándolos despaciosos y ajenos hacia abajo, hasta llenar de oscuridad el vacío.

Leonardo Garnier

Leonardo Garnier Al principio era una fila de uno. Uno: solo y confortable. Ni parecía una fila. Conforme pasó el tiempo la fila fue tomando forma. Y perdiendo forma. Unos eran más altos, otros eran más gordos, otros aburridos. Unos eran unos y otros unas. La fila crecía.

Leonardo Garnier

Leonardo Garnier Tengo cáncer. Estoy seguro de que tengo un cáncer. ¿Qué más podría ser? El doctor dice que estoy bien, que no me preocupe, que no tengo nada, que el peso que perdí fue por la dieta pero ¿qué más podía decir? Es típico de los cánceres: no se siente nada, no hay síntomas...

Leonardo Garnier

Leonardo Garnier Las manos gritaron. Las manos callaron. Las manos gritaron y saltaron y corrieron y callaron. Al día siguiente, la prensa internacional reportaría discreta el incidente: la muerte de las manos. Nunca más los brazos se trenzaron, nunca más los dedos se encontraron. Las manos, perdidas,...

Leonardo Garnier

Leonardo Garnier Estaba harto de ser el enano del cuento. ¡Harto! ¿Pero qué podía hacer? La cosa estaba escrita y estaba escrita así: él era el enano del cuento y punto. Pero la pereza es poderosa y así, de pereza en pereza, un día llegó tarde al momento del desayuno (era jueves, y se quedó...

Leonardo Garnier

Leonardo Garnier Ella nunca se enteró de cómo se gestó aquel baile en el que se encontraron por casualidad. El baile en el que se perdonaron, en el que se reconciliaron, en el que se terminaron de enamorar. El baile desde el que ya no volverían a separarse. A él no le resultó fácil organizarlo...

Leonardo Garnier

Leonardo Garnier ¿La deseaba o le temía? No, no era una disyuntiva: la deseaba y le temía, pero eso sólo lo comprendió muy tarde, cuando el temor se había diluido en las caricias y el deseo se le había escurrido hasta dejarlo seco.

Leonardo Garnier

No hay nada peor que perderse en un diccionario. Es terrible. Uno entra por un simple sustantivo y de pronto, ante el menor descuido, se ve rodeado por los más diversos y disparatados adjetivos. Las casas dejan de ser simples casas y se ponen hermosas, erguidas, quejumbrosas, memorables, azules, misteriosas...

Páginas